martes, 24 de marzo de 2009

El 24 de Marzo de 1976

Como fecha propiamente dicha, el 24 de marzo de 1976 no tiene más relevancia que el 6 de septiembre de 1930, el 16 de septiembre de 1955 o cualquiera de los otros golpes de estado dado por los militares argentinos durante el siglo XX, hasta totalizar 6 en la sumatoria.

Lo que lo hace especial es el antes y después, es decir, las causas y consecuencias de este golpe. Ya no es un tema económico solamente o político, sino que en parte tuvieron sus motivaciones en el desastroso gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón y su adláter López Rega. El problema, sin embargo, comienza con Perón, que primero utilizó a los grupos de izquierda para llegar al poder, pero enseguida los dejó de lado y comenzaron las persecuciones, incluso desde el mismo momento de la llegada de Perón, en un episodio que se denomina La Masacre de Ezeiza. Debido a esto, los movimientos de izquierda se radicalizaron y se fueron convirtiendo en lo que se denominó la guerrilla, de la cual su cara más visible fueron los montoneros. La situación se hizo insostenible y con repercusiones en toda la sociedad, lo que derivó en un golpe de estado casi "lógico", a principios de 1976.

Pero fueron las actuaciones de los gobiernos militares los que signaron trágicamente a esta fecha. Sus métodos de terror, violación de derechos humanos y el inicio de la destrucción de la economía argentina fueron un salto atrás en el proceso de crecimiento de un país que aún hoy intenta cerrar sus heridas. Secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos fueron moneda corriente, hasta llegar a la terrible suma de 30.000 desaparecidos, enterrados en fosas comunes, arrojados desde aviones al mar o bebés entregados a padres adoptivos.

Esta situación tal vez no se hubiera podido mantener tanto tiempo si la dictadura no hubiera contado con numerosos apoyos internaciones, como el de los Estados Unidos o la Iglesia Católica, más preocupados por el avance del comunismo y el laicismo que por la vida de miles de personas. Cabe recordar que Estados Unidos propició en esa época la instalación de numerosas dictaduras en América Latina, como la de Pinochet en Chile, y que el Papa hizo su primera visita a la Argentina "casualmente" al momento de la rendición argentina en Malvinas, más la participación de los capellanes militares en las torturas y asesinatos.

Malvinas... ésa es otra espina que nos dejaron clavada. La locura y la inoperancia de las cúpulas militares, que cometieron numerosos errores, tanto de estrategia como de aplicación, y provocaron la muerte de más de 600 jóvenes argentinos, fue el punto cúlmine de los desvaríos de los autodenominados "salvadores de la patria".

Y ni hablar de la parte económica. Los grandes terratenientes y los poderosos grupos empresarios vieron favorecidos sus negocios espurios debido a las medidas rídiculas tomadas por los economistas de la dictadura, que causaron estragos en las clases medias y baja, al tiempo que agigantaban la deuda externa y agrandaban la brecha entre pobres y ricos, ricos que aún seguimos viendo a nuestro alrededor, pregonando ser los nuevos adalides de la libertad, aprovechando la corta memoria de los argentinos. Macri, los grupos económicos tras La Nación y Clarín, y varios empresarios más que se vieron enormemente favorecidos por las medidas de las juntas, y que luego mantuvieron en jaque al gobierno de Alfonsín y terminaron de enriquecerse durante los dos períodos de Menem.


Por así decirlo, el Proceso de Reorganización nacional, fue un huracán que destruyó las bases de progreso de la sociedad argentina, profundizando las diferencias sociales, al tiempo que provocaba terribles heridas a la psiquis de la sociedad, comparadas tal vez con las provocadas por el nazismo y que no solo el tiempo será suficiente para curarlas, sino que se necesitarán condenas responsables para los causantes de tanto sufrimiento.