jueves, 28 de agosto de 2008

Los enemigos del deporte argentino

Ha sido un comentario común a lo largo de estos Juegos Olímpicos en Beijing que, al analizar la labor competitiva de los argentinos, surjan frases como “falta apoyo”, “habría que dar más becas”, etc., casi siempre en ineludible alusión a los distintos gobiernos provinciales y nacionales, y dejan flotando la incertidumbre sobre posibles éxitos si las condiciones cambiasen. Más allá de que esas opiniones puedan tener una parte de verdad, es también cierto que el presupuesto de la Secretaría de Deportes se cuadruplicó en el último lustro. Pero al mismo tiempo pareciera que el árbol no nos dejase ver el bosque.

La supuesta falta de apoyo estatal no es, ni lejos, el principal obstáculo para el crecimiento del deporte en Argentina, sobre todo de aquellas disciplinas sin tanto arraigo. Existen países fuertemente competitivos donde el Estado prácticamente no participa, y otros donde a pesar de las inversiones realizadas los progresos son, como mínimo, insatisfactorios. Veamos algunas de las grandes problemáticas:

* los modelos de desarrollo económico de las últimas décadas, y que se hicieron más ostensibles en los noventa, marcan una injerencia dominante del Mercado en la toma de decisiones. Por ese motivo, esponsorear deportes alternativos no era ni es considerado redituable, en contraposición con los beneficios que pueden otorgar los deportes de consumo masivo, como el fútbol o el basket. Además, esos mismos modelos económicos fueron aplicados por los distintos gobiernos, lo cual provocó una brusca caída del presupuesto, que llegó a su piso en 2002-2003 con 26 millones de pesos, y actualmente alcanza los 107 millones.

* la falta de infraestructura adecuada para el desarrollo de estos deportes a partir de edades tempranas determina el atraso de países como la Argentina. Parece necesario aclarar que no es que con el entrenamiento correcto cualquiera puede llegar a ser un atleta; eso no sucede en ningún país, pero en cambio lo que sí poseen los países más adelantados es un completo testeo deportivo aplicado a los más jóvenes. Por ejemplo, como puede verse a través de películas y/o documentales, las escuelas preparatorias de Estados Unidos poseen, en su gran mayoría, sus pistas de atletismo, cancha de basket, piletas de natación, canchas de fútbol-soccer, rugby y/o jockey, entre otros, y sobre todo, organizan torneos de alta competitividad en distintos niveles, lo que pone a la vista de los especialistas a aquellos chicos con condiciones especiales, a los cuales luego se beneficiará con becas, casi siempre privadas, para potenciar el desarrollo de sus aptitudes.
En esta situación nacional influyen también la decisión de padres y familiares, que prefieren que sus hijos practiquen los deportes más conocidos y populares, mientras que solo un pequeño porcentaje se vuelca a actividades como el judo, natación, etc.

* los genes también representan un papel fundamental en el tema. No se trata de discriminación ni nada por el estilo, sino de aceptación de una realidad: es innegable que ciertos tipos raciales cuentan con ventajas en algunas disciplinas. Por ejemplo, los corredores negros y/o árabes de África lideran en las pruebas de distancia, mientras los afroamericanos dominan las de velocidad y salto, pero no hay negros en las finales de natación. También influyen las condiciones del entorno, como lo demuestran las participaciones exitosas de los brasileros en el beach volley, o la de los países montañosos en los J.J.O.O de invierno.
Argentina, en esos aspectos, dista mucho de estar privilegiada. Nuestra condición de descendientes de inmigrantes denota un entrecruzamiento genético que fortalece nuestras debilidades, pero al mismo tiempo debilita nuestras fortalezas. No tenemos deportistas individuales de élite, más allá de alguna medalla. En nuestro caso, lo que permite los grandes logros suelen ser atributos tales como inteligencia, constancia y entrega. Así, solemos triunfar en deportes colectivos como el fútbol, el basket o el hockey sobre césped, y los ciclistas ganan un oro más por su estrategia que por sus capacidades atléticas, lo mismo que el yachting.


En definitiva, a corto y mediano plazo nada de esto puede tener una resolución satisfactoria, y será muy difícil que países como Argentina, brasil, Chile o cualquiera de Sudamérica y otras regiones similares del globo, tengan una participación destacada en competencias tales como los J.J.O.O.; las excepciones existen, pero son eso, excepciones. No hay culpables, no hay villanos. No estamos calificados para tener grandes atletas, busquemos entonces la grandeza deportiva en otros aspectos.

domingo, 24 de agosto de 2008

Grandes Protagonistas III: José de San Martín

El 17 de agosto se conmemoró el 158º aniversario de la muerte de Don José de San Martín.

Qué raro este asunto de recordar las muertes y no los nacimientos, aunque tiene su lógica en que en esos siglos, las fechas exactas de los natalicios no solían ser del todo confiables, aunque no es éste el caso ya que podemos estar bastante seguros de que San Martín nació el 25 de febrero de 1778, en la ex-misión jesuítica de Yapeyú, en lo que hoy es la provincia argentina de Corrientes.

Si bien no existen dudas de que San Martín era un hombre, con todos sus defectos y virtudes, más de éstas que de aquéllos, las posturas de algunos historiadores, demasiados creo, de describir su vida en base a cuestiones personales o íntimas no se corresponde con la realidad, que lo mostró siempre como un hombre de profundas convicciones, y que sin embargo sabía dejarlas de lado cuando o la necesidad, o el bien común, demandaban acciones de índole distinta a esas ideas.

Porque San Martín fue un excelso militar, con ideas políticas y filosóficas perfectamente claras, y que jamás se dejó llevar por mezquindades o ambiciones personales, pero sobre todas las cosas fue un Libertador, alguien que quiso velar porque los países americanos fuesen capaces de valerse por sí mismos, más allá de hombres y nombres, algo para lo que ni siquiera Bolívar estuvo a la altura.

San Martín era pragmático; sabía cosas que los demás no querían o no podían entender: la Independencia; la posible instauración de una monarquía, ya sea europea o incaica; su negativa a intervenir en las guerras civiles; el rechazo de glorias y honores; su renuncia tras Guayaquil; su exilio a Europa; su apoyo a Rosas; etc., asuntos aparentemente contradictorios pero que marcan a la perfección una línea de conducta constante y lógica, que el tiempo se encargó de mostrar como acertada, aún cuando le demandara innumerables sacrificios.

* la Independencia: San Martín sabía que su lucha carecía de sentido si el país todavía no era totalmente libre, y por eso presionó al Congreso de Tucumán, que finalmente declararía la independencia el 9 de julio de 1816;

* la monarquía: San Martín era republicano, creía en el autogobierno de los pueblos, pero tenía dos razones para proponer la solución monárquica: una era que aún creía incapaces a las provincias de unirse en un régimen democrático, y la otra era para prevenir futuras represalias europeas. Para más adelante quedaría la instauración de una República.

* las guerras civiles: sus fuertes sentimientos patriotas y humanos lo llevaban a aborrecer las luchas fraticidas, y por eso se negó a participar en ellas, ya sea mientras estaba en Mendoza o después de su regreso tras la liberación de Chile y Perú;

* glorias y honores: San Martín solo aceptó los cargos que fueran necesarios para llevar adelante su gesta. Así, a lo largo de su vida, fue Gobernador de Cuyo, declinó ser Director Supremo de Chile, y fue durante poco más de un año Protector del Perú, y luego no tuvo más cargos políticos durante el resto de su vida.

* Guayaquil: mucho se ha hablado de esta reunión, pero una cosa parece quedar clara: para Bolívar: el y San Martín no cabían en el mismo ejército, y la mera presencia del argentino era una piedra para él. San Martín comprendió que si se quedaba podrían llegar a correr riesgo las luchas independentistas y, a pesar de saberse preparado, dejó todo en manos de Bolívar y salió del escenario americano;

* exilio en Europa: en tanto, en Buenos Aires dominaba Rivadavia, nefasto personaje exageradamente homenajeado, que hizo de la vida de San Martín un calvario a partir de la negativa de éste de poner su ejército a las órdenes de Buenos Aires en la lucha contra los caudillos, e incluso le impidió llegar a tiempo para ver a su mujer antes de que muriera. Amenazado, y con la posibilidad de verse involucrado en nuevas guerras internas, San Martín decidió partir.

* su apoyo a Rosas: su oposición a las luchas civiles y sus ideas republicanas parecen volver contradictorio su apoyo a Rosas y el legado de su sable corvo al caudillo federal, pero recordemos una vez que San Martín sabía que había cosas que eran necesarias, aún cuando fueran desagradables, y por eso reconocía que las luchas civiles solo terminarían con la supresión de uno de los bandos en disputa, y que para eso se necesitaba a alguien que, aunque sea a través de la violencia, que San martín juzgaba inevitable, pacificara al país, tal como Rosas lo llevó a cabo.
Además, hay que agregarle la meritoria resistencia de Rosas ante los bloqueos navales sufridos ante potencias como Francia e Inglaterra, resistencia a la que San Martín colaboró a través de los periódicos europeos, fustigando a los agresores.

Por eso, por sus sacrificios, por sus conductas, por sus ideales, San martín fue más que un hombre, más que un militar, más que un padre y esposo, fue El Libertador, tanto de pueblos como de mentes, y como tal debemos homenajearlo.

martes, 12 de agosto de 2008

Canciones Patrias: Himno Nacional Argentino

Marcha Patriótica
(Versión original)

Letra: Vicente López y Planes
Música: Blas Parera

Coro

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.


¡Oíd mortales!, el grito sagrado:
¡libertad, libertad, libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación
coronada su sien de laureles
y a su planta rendido un león.

Coro

De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
la grandeza se anida en sus pechos,
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas
y en sus huesos revive el ardor,
lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.

Coro

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor:
todo el país se conturba con gritos
de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.

Coro

¿No los veis sobre Méjico y Quito
arrojarse con saña tenaz?
¿Y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y la Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

Coro

A vosotros se atreve ¡Argentinos!
el orgullo del vil invasor,
vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a esos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

Coro

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo León.

Coro

San José, San Lorenzo, Suipacha,
Ambas Piedras, Salta yTucumán
la Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental,
son letreros eternos que dicen:
"Aquí el brazo argentino triunfó."
"Aquí el fiero opresor de la patria
su cerviz orgullosa dobló."

Coro

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio;
sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la Libertad,
y sobre alas de gloria alza el Pueblo
trono digno a su gran Majestad.

Coro

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando,
les repite ¡mortales, Oíd!:
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!

Coro


Por alguna razón, a partir del 30 de marzo de 1900, se decretó que se canten solo la primera y última cuarteta, para beneficios de los actos escolares y para no molestar a ciertos países y personajes.