domingo, 2 de diciembre de 2007

Grandes Protagonistas I: las hormigas argentinas

Esta sección estará destinada a hablar y comentar sobre aquellos argentinos y argentinas que considero representan algo o sirven para transmitir algún tipo de mensaje. Y aunque resulte extraño voy a empezar con las hormigas argentinas, en dos de sus especies: la “linepithema humile” y la “iridomyrmex humilis”.

¿Quiénes son estas hormigas? Bueno, para empezar son prácticamente las mejoras conquistadoras de la tierra, superiores a cualquiera de los grandes personajes de la antigüedad, como Alejandro Magno, Julio César o Napoleón. Y con su “trabajo de hormiga”, valga la redundancia, han conquistado, o al menos han hecho presencia, en todo el globo, desde Sudáfrica a Francia, desde Oceanía hasta Estados Unidos. Veremos que ha hecho cada una de ellas.

La “linephitema humile” seguramente llegó a Europa en algún cargamento agrícola de la década del 20’, cuando Argentina era considerada el granero del mundo. Desde donde se inició la conquista parece difícil de determinar por las similitudes genéticas que presentan los individuos de toda la colonia. Pero lo que sí es innegable es su capacidad de expansión: en menos de cien años dominan las costas desde la península itálica hasta la costa atlántica de Francia, pasando por la Costa Azul, y dando la vuelta a toda la península ibérica. En su andar ha desplazado a veinte especies indígenas de hormigas y amenaza con extinguirlas, ya que según cálculos ha eliminado al 90% de la población autóctona. Las únicas rivales para estas hormigas argentinas son otro grupo de hormigas argentinas, también de la misma familia, que parecen las únicas capaces de enfrentar con chances a sus coterráneas.

Por su parte, la “iridomyrmex humilis” se ha encargado de conquistar lugares tales como Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Hawai, Estados Unidos y otras partes del mundo. A pesar de su reducido tamaño, apenas 2 mm, vencen y devoran a ejemplares que son diez veces más grandes. Eso trae aparejado problemas ecológicos, ya que resultan una amenaza para ciertos reptiles que se alimentan de ciertos tipos de esos insectos. Invaden cocinas y demás lugares urbanos, y son imposibles de detener.


Ahora bien, ¿cuál es el secreto de su éxito?

Tal secreto, y una especie de mensaje a los demás, es su increíble espíritu cooperativo, ayudado, eso sí, por una especie de ventaja genética que las convierte en especimenes únicos, y les permite conformar la mayor colonia de individuos, en el caso de las europeas, una supercolonia de más de 6.000 kilómetros.

¿Por qué es algo extraño?. Sucede que por lo general las hormigas de distintos nidos son agresivas entre sí hasta la muerte, ya que se identifican entre ellas como distintas. Lo que trae de cabeza a los científicos de todo el mundo es que las hormigas argentinas que se desparraman por el mundo parecen haber eliminado esa diferenciación que provocaba su enfrentamiento, de manera que cada individuo de cualquier nido es reconocido como de la misma especie en cualquier nido en el que se lo coloque, así sean hormigas de Galicia y hormigas de Génova, las cuales coexistirán pacíficamente. Y ése es el secreto de su éxito, el saberse iguales a los demás. Eso elimina la competitividad y la agresividad entre ellas y les permite enfocarse en otras tareas, como la de conquistar mayores terrenos para la colonia, mejor dicho la supercolonia, conformada por decenas de miles de millones de individuos, distribuidos en millones de nidos.


Entonces, ustedes se preguntarán cuál es el mensaje que pueden darnos estos insectos. El asunto es sencillo: recién cuando todos nos demos cuentas que pertenecemos a la misma especie y que no es necesario enfrentarnos entre nosotros, recién allí podremos unirnos para enfrentar los problemas comunes a toda la humanidad con chances reales de salir victoriosos.

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