sábado, 1 de diciembre de 2007

Religión I: la intolerancia

Siempre pensé en iniciar el tema de las religiones con alguna crítica a la Iglesia Católica, pero los recientes acontecimientos me obligaron a rever mi pensamiento.

¿Qué acontecimiento? Bueno, me da hasta pena comentarlo. Resulta que una maestra inglesa de primer grado que daba clases en un colegio privado de Jartum, capital de Sudán, permitió que sus alumnos, de entre 6 y 7 años, le pusieran a un osito de peluche o felpa, como nombre de pila Mahoma. Al parecer algunos padres se enteraron y lo que podría parecernos una tremenda estupidez a aquellos seres humanos, que más allá de religiones y culturas, nos consideremos racionales, derivó en una acusación formal por afrentas gravísimas contra el Islam, que culminaron con la detención durante 15 días de la profesora y su pronta deportación. Pero allí no termina el asunto. En estos días se han producido multitudinarias marchas solicitando, lisa y llanamente, la ejecución de la profesora, de nombre Gillian Gibbons, arguyendo que sus actos son lo suficientemente justificatorios de tal castigo.

Bien, no se me ocurre un ejemplo más claro de la intolerancia extrema que profesa el islam y que cada tanto nos muestra una nueva faceta, como en su momento fue la condena a muerte del poeta Salman Rushdie o el conflicto con los dibujos publicados por un diario danés. Cuando uno se pregunta por que las religiones del mundo no pueden alcanzar mayores cotas de comprensión, basta con mostrar estos ejemplos, que no son exclusivos del Islam. Tonterías no tan graves en cuanto a su castigo, pero que para las mentes pensantes son claras nimiedades son tratadas como asuntos extremadamente graves (un ejemplo, la iglesia Católica se preocupa mucho más por los sacerdotes que se enamoran y quieren vivir con una mujer, que con aquellos sacerdotes cómplices de crímenes de lesa humanidad o sacerdotes pedófilos).

Pero a no creer que TODAS las religiones son así. Sólo lo son las religiones monoteístas: el islam, el catolicismo (no el cristianismo, que es otra cosa) y el judaísmo. Estas religiones son los estandartes de la intolerancia, y han escrito su historia con la sangre de inocentes cuyo único crimen fue el ser "herejes" (recordemos que hereje solo quiere decir "aqué que tiene una opinión"), obviamente según la óptica de la religión en cuestión. Así, recordemos la Inquisición, los crímenes de los cruzados, entre otras cosas, dentro de los grandes eventos, y luegos los infinitos casos de intolerancia doméstica: la persona que no puede ir a tal colegio porque es judía (o porque no lo es), este caso mismo de Sudán y otros miles.

La única solución posible sería suprimir directamente a estas religiones, algo casi imposible. No me refiero a negar la creencia en una entidad superior, o como lo quieran ver, sino desterrar un grupo de prácticas religiosas que fomentan la intolerancia y el odio entre algunos de las principales sociedades de la actualidad: occidente y su catolicismo, los judíos al medio y los árabes en el cercano oriente, situación más peligrosa que las ansias de poder de Bush, o el autoritarismo de Putin, o la a veces peligrosa China. Estoy convencido que la Tercera Guerra Mundial, si se desta (esperemos que no), no se producirá por razones políticas, ya que los políticos no están dispuestos a matar a la gallina de los huevos de oro, y a su maneram son individuos racionales, sino que se producirá por razones religiosas, con individuos fanáticos que están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de imponer su religión, aún a costa de su propia vida o la de sus familias.

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